Que tengas más talento o menos, que tengas más capacidades innatas o menos o que te salga mejor o peor un paso o una coreografía no te hace mejor alumna. Quizás esto podría hacerte una bailarina más eficiente, elevar tu nivel técnico en danza, pero no es de eso de lo que yo quiero hablar hoy. Una buena alumna es mucho más que bailar bien y este articulo que hoy me encontré escrito por Zaida Palma, nos va a ayudar a comprenderlo .
Eres una buena alumna si....
- Pagas tus clases. Pagas puntualmente y pagas feliz. El precio que tu profesora ha puesto es el que ella considera justo recibir. Su parte del trato es enseñarte, la tuya es pagar por ese tiempo y dedicación. Pagar es una muestra de respeto y demuestra que valoras su trabajo. Si ella no te enseña las coreografías a medias, tu tampoco deberías de pagarle las clases a medias.
- Asistes a todas las clases. Faltar a clase a menudo porque no te apetece ir, o porque está lloviendo no es lo ideal y retrasa el avance de las clases. Por supuesto hay motivos y motivos, y cada cual debe valorar los suyos, pero el mínimo exigible sería que al menos pienses en tu profesora y tus compañeras antes de tomar la decisión de faltar. Faltar porque si es no te convierte en la mejor de las alumnas. Y no estoy hablando aquí de trabajo y causas de fuerza mayor.
- Atiendes en clase. Esto que parece tan obvio hay alumnas que aún no han aprendido a hacerlo. Si vas a clase a contarle tu vida a tus compañeras mientras tu profesora intenta explicar algo, déjame decirte que no es el mejor camino. Distraes a tus compañeras y a tu profesora y la clase se hace más lenta. Obviamente no estamos hablando de un ejército, ojo si tu profesora no te deja gastar ni una sola broma, que tampoco es cuestión de llevarlo a ese extremo.
- Eres puntual. Si la clase comienza a las 5, no llegues 15 minutos después.
- Eres comprometida y cumples con tu palabra. Si te comprometiste a bailar en aquella actuación de fin de curso, no está bien que te eches para atrás en el último momento. Esto es sólo un ejemplo, el compromiso es aplicable a muchas otras situaciones.
- No te rindes. Para mejorar hay que seguir intentándolo. Podrá no salirte algo, pero si no sigues intentando, nunca te saldrá.
- No juzgas. Ser una buena alumna y compañera implica pasar por encima de pequeños choques de personalidad. No hace falta ser la mejor amiga de nadie, pero no es aceptable la crítica barata y destructiva.
- Eres tolerante y paciente. Todo el mundo puede tener un mal día, y hay que entenderlo. Si tu profesora ha venido cruzada o alguna de tus compañeras está un poco arrugada, se tolerante. Dales otra oportunidad, todas la necesitamos en un momento u otro.
- No compites y acatas las decisiones de tu profesora. El mundo artístico es una competición constante (poco a poco vamos haciéndolo más colaborativo, pero lleva su tiempo). No debería existir tal competición en clase. Aprender colaborando mola más y es más agradable que hacerlo compitiendo. Si no te tocó el centro en la coreografía, no pasa nada!. Ojo, que acatar decisiones no significa no cuestionar nada. Si tienes propuestas razonables, una profesora ideal debería estar abierta a escucharlas.
- Cedes espacio y ofreces cambio de filas. a tus compañeras de las filas de atrás.
- contigo misma, con tus compis y con tu profe. Siempre se puede hacer más y mejor.
- Apoyas a sus compañeras. Esta mañana he visto un video sobre la importancia del apoyo de la comunidad para conseguir nuestras metas (te lo linkeo luego). Me ha tocado la fibrilla. Apoyar es fácil y puede hacerse a muchos niveles. Si una compañera tiene miedo escénico el día de la actuación hay que hacer piña. Si alguien necesita un pañuelo para la cadera porque se le olvidó en casa, préstaselo.
- Investigas por tu cuenta, indagas y cuestionas a la profesora y a las compañeras. Siempre desde el respeto y la humidad. Hacer preguntas y tener curiosidades fomenta el diálogo. Ya he dicho muchas veces que a bailar se aprende bailando, pero las palabras forman parte de nuestro entendimiento del mundo.
- Participas activamente en los ejercicios que seproponen en clase. No te puedes imaginar cuántas veces he tenido que empujar a alguien a hacer una diagonal. Entiendo que hay vergüenzas y miedos, pero hay que dar el paso y tirarse a la piscina. Tu profesora, se encargará de que haya siempre agua para que no te rompas la cabeza.
Si aún no eres la alumna ideal y aspiras a serlo, no tepreocupes, aprender lleva tiempo. La pasión es difícil de aprender, pero si te has metido en clase seguro que pasión no te falta. La humildad y el respeto no se necesitan de serie, pueden aprenderse, de hecho se aprenden con el tiempo y con las personas adecuadas a tu alrededor.
Marián Argüelles:
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